Déjame remontar mis arterias
Al paso inmutable del tiempo
Sacar las máscaras que ciegan, y
Morir de pie, con un halito de aliento.
Déjame cortar la soga del estío,
Juntar de a una las hojas olvidadas
Del umbroso y artero pasado destino
Que quebró el eco de voces entrecortadas.
Déjame ser paloma y alondra que vuela y camina
llevar en mis espaldas la rama del olivo
El engendro del sueño que germina
En el grano de tierra que tu voz ha subido.
¡ Ah, las sombras ¡
Las viejas remotas sombras de otrora,
figuras que oscurecen nuestro genio.
Escondo en mis manos el libro que expectora
La opaca historia de mas de un milenio.
Déjame ser ¡ sólo contigo... libertad
Arrancar notas en una mandolina herida
Y ser canción de cuna y prosperidad,
Con un soplo de aire, renovado hacia la vida.
En el futuro de un mundo incierto,