Realizar un curso de uñas de gel en la actualidad, además de estar de moda, te prepara para un oficio con la finalidad de convertirte en una excelente estilista-manicurista. No solo se trata de llevarlas largas, afiladas o esculpidas según tu gusto, sino que también proporciona beneficios económicos que pueden ayudarte.
Hay varios estilos de cómo llevarlas: naturales, sencillas y elegantes o las que son extravagantes o exóticas aplicando colores intensos, llamativos, y hasta hay quienes son capaces de colocarles joyas, luces y todo tipo de artilugios, haciéndolas diferentes al resto. Sin embargo, te has preguntado alguna vez cuándo, quiénes y dónde se inventaron, sientes curiosidad y quieres saberlo: aquí te lo contamos.
Las uñas postizas - ¿Quiénes fueron los primeros en usarlas?
Generalmente, las mujeres han querido resaltar su belleza con un sinfín de ingenios. Cabello, ropa, accesorios, todo dentro de su época y momento, trayendo hasta nuestros días lo que hoy podemos llamar, moda, diseños, fashionismo, estilismo, maquillaje o cualquier actividad que implique realzar la imagen. Por lo que resaltar las uñas no podía quedar rezagado.
Comencemos por el principio, fueron los chinos quienes crearon las primeras uñas postizas y también los esmaltes. En la dinastía Ming, colocaban pequeños conos de oro y plata sobre los dedos, una práctica que hasta la fecha se mantiene.
Una manera en que los griegos mostraban riqueza y poder era a través de las uñas. Decorándolas con laminillas de oro e incluso realizaban pequeñas pinturas. Podemos decir que era la técnica nail art de la época.
En cuanto a los egipcios, eran los faraones y familias de poder quienes podían reforzarlas con papel papiro, y tal como es su enigmática cultura y misteriosas pirámides, nos preguntamos y ¿cómo pegaban el papiro? Igualmente, usaban el tinte de henna para adornarlas y aplicarles color.
¿Y quién inventó las uñas acrílicas? Pues un dentista, si has leído bien, un médico dental, pero más adelante lo contaremos. Nos vamos a 1830 en Francia, específicamente donde aparece la manicura moderna.
Se debe al rey Luis Felipe I a quien le salió un padrastro (cuerito, pellejito o piel levantada en la cutícula), el cual le dolía y molestaba. Siendo esa la razón que motivó al médico de la realeza a inventar para la época el primer juego de manicura. Posteriormente, su sobrina lo popularizó.
Llegado el siglo XX, en los años 50 la moda era tenerlas largas y rojas. No obstante, como siempre ha habido personas que no les crecen, se las muerden o por distintas condiciones las tienen frágiles y débiles, se optó por cortar uñas naturales y pegarlas a la punta protegiéndolas con papel.
En los años 60-70 es la era donde aparece nuestro comentado odontólogo (Frederick Slack), quien se lastima una uña y por un momento de genialidad, la arregla con lo que tenía siempre a mano: porcelana o empaste dental (polímero). Ya lo demás es del conocimiento de la mayoría.