NACIMIENTOS NO QUERIDOS, ADOPCIONES Y CONCECUENCIAS

Fecha: 27/08/2010 19:56:05
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Mi experiencia con la adopción fue maravillosa hasta que mi hija cumplio 30 años; en ese momento, y quizá por que nunca se le había dicho que era una hija del corazón por consejo de mi hermano que es psicólogo y que nunca solo en los veranos la veía ;se desató el odio más increible que pudimos pasar mi esposo y yo. Al grado de no poder verla a ella y a mis nietos durante cinco agónicos años; en los que nuestras cabezas se perdieron en estado de eterno rezo, espera, y muchas veces total desesperación; realmente fue un infierno. Hasta que un día cuando estabamos en Salta, (Nosotros somos de San Juan) mi hija me llamó, fue una conversación llena de reproches, a los que yo en mi terror de perderla de nuevo acepté sin ninguna objeción. Obiamente me volví de Salta para verlos; el encuentro fue raro ellos me miraban como a una extraña,aunque aceptaron ir a comer pizza, allí comencé a notar que siempre había una crítica que hacerme y pedidos de ropa, plata, salidas con gastos de dinero, nunca era para conversar; hasta que mi hija me dijo que se iba a hacer una círugia plastica y que mi hermano la vendría a cuidar, cosa que nunca realizó; por supuesto allí estuvimos mi esposo y yo. Al cabo de el tiempo de curarla, mimarla y velar por mis nietos pasó una semana; al finalizar esa semana, mi hija me dijo: tenés que irte por que viene mi tío y no te quiere ver ni el pelo. Yo tomé mi bolsito y volví con mi esposo que había estado sólo una semana. De allí nuestra relación fue fría por parte de ella pedía plata prestada, me dejaba a mis nietos a dormir, pero más allá de eso no. Nunca más me dijo te quiero y a mi nieta a la que crié hasta los nueve años siempre la noté diferente. Pasaron apenas seis meses y le pedí que me devolviera $ 300, mi marido y yo somos dos personas mayores y mi marido es desocupado, yo solo trabajo él espera su jubilación pues, tiene los años de servicio pero no, la edad; a ella esa, realidad no le importó, me llamó por teléfono y me dijo"mirá me he dado cuenta que me acostumbré a vivir sin ustedes, que no me hacen falta y que no los quiero " más creo que en ese momento quedé como petrificada y lo único que atiné a decir fué bueno....adios.Y así ha sido, no nos vimos más, a veces viene mi adorada nieta a vernos media hora como mucho. Por eso mi reflección es que sí hay que adoptar, pero también hay que estar preparado para que el "hijo del alma" nos quiera, reconozca que le dimos amor, estudios, muchisimos gustos y que nosotros los padres también necesitamos ser queridos, respetados, valorados y reconocidos como tales .






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