INNOVACIONES, RESTRICCIONES Y PERSPECTIVAS EN EL PERU

Si bien se ha logrado cierto progreso, los negocios peruanos se encuentran atados de pies y manos por la baja calidad de la infraestructura física (por aire, tierra y mar), así como por un inadecuado suministro de servicios, como, electricidad y agua.

La sociedad exige productos menos contaminantes que minimicen los riesgos a la salud y seguridad de las personas, al medio ambiente y que en general proporcionen mayor satisfacción a los consumidores. Más aún, hoy en día ya existe el valor agregado a algún producto asociado a algún servicio en especial. En este sentido, las empresas se enfrentan a ciertas restricciones en la elaboración de sus productos por falta de capital de inversión, es decir, existen obstáculos que constriñen la actividad innovadora, por la escasa interacción entre los diferentes agentes que responden a la mejora del medio ambiente, el sector salud, educación, transporte y medios de comunicación, etc.

Sin una educación y sin un sistema de capacitación, de mano de obra, eficientes, los peruanos jamás serán capaces de lograr mejores productos. En regiones pobres, lidiar con la falta de educación, salud y nutrición resulta especialmente urgente si se quiere reducir las disparidades en el desarrollo humano y crear oportunidades económicas equitativas para todos los grupos socioeconómicos. Además de las debilidades relacionadas al capital humano, se invierte de manera insuficiente en ciencia y tecnología.

Pese a las restricciones existen universidades como la Universidad Cayetano Heredia, que hizo unas investigaciones fantásticas, pero las empresas como la fundación Perú no están listas para emprender en nuevas innovaciones y recibir lo importante de la investigación, así que lo derivaron a su red de ángeles y ellos invirtieron US$150,000, pero, los científicos de la Cayetano van a encontrar para dar nuevas aplicaciones.

En general cuando hablas con la gente de la Universidad Católica, de la Universidad Cayetano, ellos se frustran porque hacen un montón de innovación y tecnología que no llega al mercado. Pregúntale a las universidades qué empresa exitosa han sacado de sus investigaciones y no hay ni una sola, de manera que hace falta proyectarnos a la sociedad.

Por otro lado, existe una carencia de políticas explícitas de promoción para la innovación tecnológica o, de apoyo a la formación de recursos humanos especializados. Hay, sin embargo, algunos adelantos en la provisión de servicios tecnológicos para las empresas, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, así como la creación de algunos mecanismos financieros para asistencia técnica. Las pequeñas empresas tienen capacidades tecnológicas escasas y raramente demandan servicios tecnológicos.

Robles et. Al. (2001), reporta que sólo siete de cada diez micro empresas industriales de las ramas de confecciones, metalurgia y servicios de informática, conocen de la existencia de servicios desarrollo empresarial. Este estudio también muestra que las microempresas de Servicios Informáticos conocen de la existencia de estos servicios de desarrollo empresarial (99%) y más de 80% los ha usado^[1]. Empresas grandes y medianas, son pocas las que conciben la innovación como una actividad diferente de la inversión, que es asociada a la expansión de la capacidad productiva.

Las políticas gubernamentales representan el mayor obstáculo para la creación de empresas en el Perú (40.6%), seguida de la segunda condición definida como la falta de un adecuado apoyo financiero (15.1%) que los expertos consideran incipiente. En este sentido ya conocemos que en nuestro país no existe capital semilla que facilite la generación de nuevas empresas y el crédito sólo se orienta a emprendimientos que cuentan con algunos años en el mercado.

La tercera condición considera que la educación y capacitación es un obstáculo en la actividad emprendedora (14.2%), por consiguiente innovadora, y es que la relación de la educación con lo empresarial no es la adecuada en el país^[2].

Dentro de los procesos de negocio de una empresa se debe considerar el proceso de la innovación que cubre desde la generación de ideas, pasando por la prueba de viabilidad hasta la comercialización del producto o servicio^[3].

En cuanto al índice de Competitividad Global WEF 2009-2010[4] VERSUS 2008-2009, podemos afirmar los siguientes rubros

- Calidad de Instituciones de Investigación Científica 11%

- Colaboración Universidad Empresa en I&D 22%

- Compras del gobierno de productos de tecnología avanzada 22%

- Disponibilidad de científicos e Ingenieros 24%

- Gastos de la empresa en I&D 32%

Tienden a aumentar para el año 2010

- Patentes 32%

Tienden a aumentar para el año 2010.

- Capacidad para innovar 37%

El Perú con su oferta de productos orgánicos en la actualidad y a futuro tiene que competir con sus ventajas comparativas y competitivas. Para lo cual podemos afirmar que las ventas mundiales en el año 2007 fueron de 35 mil millones de dólares que representan alrededor del 5% de ventas totales de alimentos, pero que viene creciendo a más de 20% por año en la última década.

Considerando que la competitividad de una nación es transformar, innovar y mejorar podemos mencionar las actividades con gran potencial hacia el futuro:

· Turismo (en sus diferentes enfoques: cultural, gastronómico, de aventura, ecológico, etc.)

• Pesca y acuicultura

• Textil y conf. (en algodón, lana y pelos finos).

• Agricultura (orgánica y fruticultura)

• Minería (de metales preciosos y metales comunes) y servicios conexos

• Forestales. madera, muebles y artics. de madera

• Bienes y servicios relacionados con el gas natural

• Producción de compuestos farmacéuticos extraídos de plantas medicinales nativas.

En estos tiempos de transición económica, la prioridad nacional para el Perú es crear e implementar una estrategia económica nacional. La nación no puede resolver todos sus retos de competitividad de inmediato, pero debería crear una agenda estratégica priorizada para la próxima década, que sea entendida por todas las partes de la sociedad y en relación con la cual se pueda medir el progreso.

Una estrategia económica para el Perú debería basarse en las fortalezas únicas del país, mientras enfrenta las dificultades que limitan su productividad. La nación no debe imitar las políticas de otros países, sino crear su propio camino a seguir^[5].

Sin embargo, para comprometer a un mayor número de organizaciones y lograr cambios perceptibles, se requiere de la participación del Estado y de los ciudadanos^[6].